Conoce a Claudia Edwards, veterinaria mexicana que ayudó a animales en guerra de Ucrania

redactorjefe28 octubre, 202210min1056
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Por: Christi Arellano / Mira Hidalgo

PACHUCA, Hgo., 28 de octubre de 2022.- Tras la guerra entre Ucrania y Rusia más 6,8 millones de personas han abandonado el país Ucraniano según los datos que brindan en su portal ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) No obstante algunas familias no se han desplazado solas sino también huyen de la atrocidad de la guerra con sus mascotas.

 

Por ello los gobiernos y organizaciones no gubernamentales han implementado asistencia médica, alimento y utensilios para los animales, en los refugios. Además voluntarios provenientes de Latinoamérica se han sumado a la ayuda humanitaria.

 

La médico veterinario zootecnista, especializada en conducta de perros y gatos  Claudia Edwards Patiño actualmente es Directora de programas Humane Society Internacional – México y de respuesta a desastres para Latinoamérica; y catedrática de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En entrevista para Mira Hidalgo nos cuenta cómo fue su estadía durante 10 días como voluntaria en Rumania. 

 

“Llegamos al centro de Rumania y de ahí trasbordamos cuatro horas más a la frontera Rumania y Ucrania. Ellos tomaron un cerro, ahí se instalaron carpas y se ubica el refugio. Se hicieron varios frentes. Hay personas que están en Polonia del lado donde está siendo desplazados los refugiados; a mí me toco trabajar en la parte de Rumania”.

 

A más de 250 días de guerra a disminuido el desplazamiento de personas en las fronteras; personal de salud, seguridad y voluntariado siguen atendiendo a hombres, mujeres, niñas, niños, adolescentes y personas de la tercera edad en estado de vulnerabilidad, que solicitan la ayuda. En el refugio cuentan con diferentes carpas, menciona la doctora, dónde se proporcionan documentación, acceso a telefonía e internet, ropa, alimentos y bebidas, atención médica y psicológica. La carpa en la cual se encontraba la doctora, era la de asistencia médica y alimentos para los animales, “En la carpa brindábamos atención durante 12 horas continuas atendiendo a un promedio de 5 a 7 personas por día, que iban con sus mascotas”, refirió la doctora. 

 

“En Rumania trabajamos con una organización que se llama Save the Dogs y ellos estaban haciendo dos cosas: ir a la parte Ucrania a entregar alimentos a los animales que quedaron atrás con la finalidad de que puedan sobrevivir y por otro lado nosotros les ayudamos a las personas que estaban desplazándose y traían consigo a sus mascotas. Unos llegan caminando cargando a sus gatitos con una cobija, otros cruzan en autobús o automóvil”, la doctora Claudia Edwards compartió que estaban divididos entre los veterinarios de Rumania que contaban con el título y la licencia para ejercer en su país, encargándose de ponerles vacunas, desparasitantés, chips y brindarles un pasaporte europeo; mientras los veterinarios mexicanos ayudaban a darles de comer, agua, quitarles los collares de picos que portaban los caninos e intercambiándoles, por unos que no les lastimaran, situación que le llamó la atención a Claudia Edwards; de igual manera les daban feromonas donadas de México para que descansaran, se tranquilizaran y continuaran con su viaje. 

 

Una dificultad que se presentaba, comentó la doctora, era las barreras de lenguaje y la situación emocional de las personas. Los idiomas con los que entablaban la comunicación eran en ingles, ucraniano, ruso e italiano, se contaba con traductores y herramientas tecnológicas para facilitar la comunicación. 

 

La medico describe que había letreros señalando: “La ayuda es gratuita no tienes que dar dinero a cambio, ni hacer favores sexuales”,- mensaje que conmovió a la doctora: “Los desastres pueden sacar lo mejor y lo peor de los humanos. Ese letrero me apachurro el corazón; así como hay personas ayudando, habrá quien quiera sacar ventaja”.  Las fotografías son controladas para evitar dañar la privacidad y los derechos de las personas, motivo por el cual se tiene que solicitar autorización de las autoridades. También comentó que hay letreros proporcionando teléfonos de refugios, casas de habitación temporal, doctores y veterinarios que desean ayudar a las personas que no tienen a dónde ir o contar con asistencia médica. 

 

¿Qué anécdota e historia nos podría platicar que la conmovió?- Sé le cuestiona a la doctora. 

 

“Hay historias más fuertes que otras. Una madre con su hijo y su perro. Venía manejando dos días, estaba estresada, angustiada, no quería saber nada. Hasta que comió una sopa, bebió agua, se sentó y descansó. Se acercó con nosotros, atendió a su perrito y al finalizar hicieron su greeting”. 

 

“Habían personas que regresaban a Ucrania para tramitar su pasaporte ya que habían pasado más de tres meses y nos decían que sí sus casas seguían en pie a lo mejor se quedaban de lo contrarío volverían a salir. Todo ese viaje lo hacen con sus mascotas”. 

 

“Otra historia que me impactó fue una chica que iba hacer abusada. Ella traía a su perrito al darse cuenta del peligro en el cual se encontraba su dueña, atacó al agresor y pudieron huir. Al encontrase en esta situación la chica entre lagrimas, se acercó a un lago, otras personas se percataron que algo le sucedía y un soldado la auxilió para llevársela al refugio. La chica no quería hablar estaba pasando por un momento traumático. Ella no se quedó en el albergue, se la llevaron a una iglesia para evitar que estuviera expuesta. Al otro día más calmada y entusiasmada porqué se iba a volver a rencontrar con su esposo, se acercó a nosotros para llevarse comida para su perrito”.

 

También nos compartió la historia de un grupo de chicos que regresaban a Ucrania para recuperar a animales que se quedaron en sus casas. “Esta chica con otras dos personas estaban manejando por días para rescatar a perros y reunirlos con sus familias en Rumania. Eran 10 perros, ellos traían comida, solo nos pidieron para los caninos: agua y sacarlos a pasear para que pudieran orinar, defecar y caminar; así que les preparamos unas tinas de agua y una de las perritas se metió para refrescarse porque hacía demasiado calor; jugamos con los perritos y les dimos feromonas para que se relajaran”. 

 

“Ver como hay personas que dejan sus vidas para ayudar a los animales y juntarlos nuevamente con sus familias. Es una acción muy linda”. 

 

Con toda la experiencia que tiene la doctora en atención como veterinaria en desastres naturales o creados por el ser humano; hizo énfasis, “los animales son importantes sin embargo primero se tiene que ayudar a las personas; así que primero entra la ayuda humanitaria y posteriormente la ayuda a los animales”. También hizo referencia que la solicitud de ayuda a organizaciones no gubernamentales entra hasta que los gobiernos la solicitan, “todo tiene que estar organizado y estructurado para evitar estropear la ayuda  por ende nos tenemos que acercar a las autoridades para que ellos nos indiquen que requieren, dónde y cómo les podemos apoyar”. 

 

Claudia Edwards menciona que estas experiencias la hacen, que valore vivir en un país como lo es México, “vivimos en un país maravilloso; si bien tenemos nuestros propios problemas, nuestras propias guerras, no vivimos en situaciones tan extremas, hay que agradecer por lo que tenemos; cuando uno ve esas situaciones te das cuenta que discutir con la vecina o él vecino por cosas banales, no vale la pena”.